......busco en mi corazon

Sentado en un espacioso avión, lleno de personas que no conozco y que jamás volveré a ver (Eso espero) regreso después de un tiempo de naufragio a voluntad y voy hacia un lugar ya conocido pero con otros ojos, prestados por ahora.
 A veces me ilusiono con el mundo y las personas  y sueño pensando que  todo marcha bien en mí y en la vida de las demás. Y confió en descansar, creyendo que nadie me pude hacer daño. El sonido suave me sumerge a verme a un espejo y trato de verme a mi mismo tal como soy.
No tolero la hipocresía de las personas. Sobre todo aquellas que fingen ser algo que no lo son y que jamás han sido.   Aquellas palabras envenenadas con que critican a todos, buscando y encontrando todos los defectos posibles pero guardando en sus corazones lo que desean ser o hacer, pero no pueden y no se atreven  por que son cobardes. Más fácil es criticar. El mundo es tan pequeño, demasiado pequeño para esconder las  escorias que en  el camino vamos dejando.  Lo que vale  son las cosas que uno hace con el corazón, lo que uno piensa, lo que uno quiere. No lo que la sociedad pone como norma, de lo que esta bien o mal.
Cuando no se que hacer, busco respuestas  en mi corazón, no en la opinión de la gente.
Me molesta  mucho el bullicio y trato de esconderme en una habitación muy silenciosa para pensar y para escribir. Solo me acompañan aquellos fantasmas que no me obligan ser como yo no quiero ser.
 A veces  me siento feliz, pero eso ocurre solo algunas veces y es allí cuando no puedo escribir.
Alguna vez, por necesidad, he caminado por donde otras personas se impulsan a caminar y me miran, me observan como un bicho raro, como un enajenado, como alguien a quien ni siquiera quisieran mirar. Pero no me importa. Solo cuando regreso a mi cubículo secreto y tras cerrar la puerta, sonrió.

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