aun puedo soñar

Hoy he despertado como despierta  los pocos locos que un día descubren  con ojos nuevos  lo que es la realidad (ya sin esa buena o mala compañía llamada locura).  Parece que las cosas que ocurren todos los días en las calles de cualquier ciudad, las noticias, las rutinas, las responsabilidades  y creencias  te sumergen, sin darte cuenta, tu  estado es de robotización y te adormecen y sin saber  tus manos hacen y deshacen, tus pies se mantienen por las líneas invisibles de los espacios ya caminados. Sin embargo una noche de poco sueño, unas horas  de negro destino. Una noche sin luna te empuja a pensar y sacar de muy dentro de ti los  recuerdos escondidos pensando que ya se habían perdido en  algún lugar de tu mundo.
 Desperté con la boca seca  fastidiado por el amanecer  y con el dolor  no físico, quizás del alma, el dolor  espiritual del corazón  que tantas veces  había sucumbido en mí y  creí que ya se había ido. Cerré los ojos y  el estimulo de poder seguir durmiendo, sin importar lo que pase en el mundo  me  abrigó un poco mas  y me  introduje en las  sabanas  casi transparentes. Estiro mis brazo por Inercia queriendo alcanzar un vaso de agua y las pastillas que  acomodan y desacomodan los pies y mi lucidez
Y te vi con  alguna ropa extraña y larga bajando de  unas gradas  de madera, mirándome, así como los has hecho siempre cuando intentas conquistarme.  Aquel cabello que  juega con tu rostro, con aquella mirada  penetrante, dulce y  mágica.
 Me tomaste de la mano y te seguí por unos salones vacios y grandes, limpios y de techos  blanquecinos   empastados de yeso   sin defectos.
 Unos balcones grandes dejaban filtrar la luz de l sol que  sin misericordia y empujaba  las horas  de aquella mañana, hacia el lugar donde estábamos tu y yo..
 No dije  nada, solo pude escuchar algunas cosas indescifrables en tus labios. Sin recordar qué pero  que me embriagaban de aquella felicidad que solo pude conocerla a tu lado.
 Aquel sueño se fue tan fugas como un luminoso flash. Y ahora que estoy sentado  sobre la cama. La soledad que pesa y carcome  todo lo que  el mundo puede codiciar. Mi alma te piensa, te sueña.  Ese amargo sabor  de mi boca no  encontrara  aquella esperanza de un  mundo mejor para ti y para mí.
 Me duele  y creo que  todo ya no es posible. Aunque no  te pueda ver, jamás te dejaré ir de mi vida. Aunque  ya no seas  mía y yo no sea tuyo. Me perteneces y te pertenezco.

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