ulimo libro

Caminó lentamente, casi rosando mi sombra y mi respiración, su figura acariciaba aquel entorno que ya no existía para mí; solo ella, sus formas y su vestir dejaban notar aquella piel deseable y sublime que contradecía la infructuosa idea de una mujer exigua, común y sin alma.
Ella era diferente, sin mentiras y sin esconder su abundante belleza que era coronada de aquel espíritu guerrero y rebelde que al caminar la dominaba. Femeninamente dulce y fuerte. Eso me decía el corazón......
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